jueves, 20 de octubre de 2011

Ballenas prehistoricas

Hace 47,5 millones de años, las primeras ballenas tocaban tierra para dar a luz a sus ballenatos, según revela el análisis de nuevos restos fósiles de estos mamíferos marinos.

El paleontólogo Philip Gingerich de la Universidad de Michigan y su equipo encontraron en Pakistán los restos bien preservados de una hembra de ballena preñada y un macho pertenecientes a especie extinta que ha sido bautizada Maiacetus inuus (Maiacetus significa madre ballena). “Cuando vi por primera vez los pequeños dientes pensé que se trataba de una ballena adulta pequeña, pero luego continuamos excavando y encontramos costillas que parecían demasiado grandes para ser parte del mismo esqueleto”, recuerda Gingerich. “Al final me di cuenta de que habíamos encontrado una hembra con un feto”.

El feto estaba colocado para un parto de cabeza, al igual que sucede en los mamíferos terrestres, lo cual indica que esos animales todavía parían en tierra. Además, la dentadura desarrollada del feto sugiere que los Maiacetus recién nacidos podían arreglárselas por sí mismos en el comienzo de su vida.

Los dientes de estas primitivas ballenas, adecuados para la captura e ingestión de peces, indican que vivían en el mar y que probablemente salían a tierra sólo para descansar, aparearse y parir. Tenían cuatro patas modificadas para la natación, y aunque podían sustentar su peso sobre sus miembros probablemente no podían recorrer largos trayectos en tierra. “Claramente estas ballenas vivían vinculadas a la orilla”, concluye el paleontólogo en un artículo que publica hoy la revista PLoS.

Maiacetus ocupa una posición intermedia en el camino evolutivo que recorrieron las ballenas en su transición de la tierra al mar. Por este motivo, los fósiles ofrecen nueva información sobre los cambios estructurales y de conducta que acompañaron esta transición. “Estos especímenes son como piedras Rosetta”, dice Gingerich.











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